Hoy, a pesar de ser viernes, último día de la semana laboral y preludio de lo que van a ser dos días de rascárselos a lo grande, me he levantado temprano. No hubiera sido así, de no haber dejado anoche el coche aparcado en otro lugar que no fuera "zona azul". Por lo tanto, pensé que no estaría mal, ya que me levantaba a las 9 para retirar el coche de dicha zona, aprovechar la mañana y adelantar un par de cosillas en la UIB (Universidad de les Illes Balears).
Esta mañana al despertarme, he estado planteándome la cuestión varios minutos, dando vueltas en la cama y pensando qué me compensaba más: si quedarme durmiendo aún a riesgo de que un señor que no sabe escribir la palabra "HORA" me dejara una receta en mi coche o levantarme y sentirme bien conmigo mismo, aún a riesgo de morir en el intento. Después de recordar que no tenía un duro para pagar la multa, en el caso de que me la pusieran, he saltado de la cama y he ido rápidamente a ducharme. Por suerte, he llegado a tiempo y he podido llegar a la UIB "felizmente".
El caso es que cuando he llegado a mi edificio, he notado una extraña presencia en el ambiente. No se trataba de una presencia maligna, ni nada por el estilo, era más bien una presencia que no existia. Algo así como demasiado aire que respirar, mucho espacio vacío a mi alrededor, etc. Se me ha ocurrido mirar hacia los lados y he observado que no había nadie. Pero bueno, no le he dado importancia. Directamente he venido a la sala de informática a pasar un par de apuntes, pero para sorpresa mia, tampoco había nadie. -¡Qué extraño! -me he dicho a mi mismo.
Primero he pensado que probablemente fuera obra de zombies...
Luego, he empezado a pensar y he llegado a la conclusión de que los de la ORA se habrán forrado esta mañana porque todos habrán optado por la opción de quedarse sobando en casa.
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