lunes, 15 de diciembre de 2008

UNA JUVENTUD ANTIGUA


Ya no sé que pensar de este mundo. Se supone que los jóvenes son los que llevan la perdición allá donde van, los que actuan por impulsos y corrompen el mundo con sus cánticos satánicos que incitan a la lujuria y al placer sin freno, los que con sus juergas y sus escándalos precipitan la vida hacia el abismo más inexorable que podamos imaginar. Hasta ahora, sólo podíamos confiar en un pequeño reducto de la sociedad, un pequeño grupo casi inexistente a causa de la juventud despreocupada, un grupo cuyos objetivos eran quebrar los infernales y pecaminosos sueños de esa juventud deplorable, aquellos a los que llamamos VIEJOS. Sí amigos, los VIEJOS eran los únicos que podían devolver al mundo el equilibrio. Pero al parecer, todo eso está cambiando, ya no nos podemos fiar ni de estos seres.

Al llegar esta mañana al metro para ir a la Universidad, me he encontrado a un señor mayor (como prefieren que les llamen) que observaba detenidamente las máquinas para sacar el billete y de reojo me miraba a mi. Ya desde el principio he sospechado de las malas intenciones del sujeto en concreto, el cual intentaba disimular su plan. He sacado el billete y me he dirigido a pasar por la máquina. De repente, una fuerza superior me ha revelado lo que ocurría. Una sombra, se acercaba sigilosamente hacia mi, con intención de pasar a la vez que yo y por lo tanto no pagar el billete de metro. Por supuesto, lo ha conseguido, con una velocidad no propia para una persona de su edad, el tío ha aprovechado el corto espacio de tiempo que quedaba hasta que la puerta mecánica se cerrara para pasar ileso hacia el otro lado.

Está visto que en momentos de crisis, la edad no es un impedimento para hacer el mal.

2 comentarios:

Kurai dijo...

y las veces que has saltado tu las maquinas y te has colado?

xP

Gloom dijo...

O___O xDDDDD
Vaya con el viejuno! xD Sera la crisis como has dicho xD